CÓMO FUNCIONA LA ELECTRICIDAD DE MI CASA

CÓMO FUNCIONA LA ELECTRICIDAD DE MI CASA

¿Sabes cómo funciona la electricidad de tu casa? No solemos estar al corriente de temas como este, y lo cierto es que es importante contar con unas nociones básicas de todo aquello que forme parte de nuestra vida cotidiana, y más aún cuando son nuestros suministros, forman parte de nuestra casa, y aunque sea algo esencial en nuestras vidas, tiene su parte de peligrosidad.

Por este motivo hoy vamos a tratar de explicar cómo funciona la instalación eléctrica de nuestra vivienda de forma que todos podamos entenderla.

El suministro eléctrico de nuestra vivienda viene de un distribuidor de energía, es decir, la compañía eléctrica que cada uno tengamos contratada. Este distribuidor de energía se “engancha” a nuestro edificio por medio de lo que se llama la acometida o caja general de protección del edificio. Se trata de una caja que tiene tres fusibles que protegen la instalación de todo el edificio si hubiese alguna sobrecarga. Una vez dentro del edificio tenemos la centralización de los contadores, mediante los cuales se distribuye a cada una de las viviendas por la derivación individual.

En el interior de nuestra vivienda contamos con tres cables, llamados fase, neutro, y toma de tierra, que nos llegan de la derivación individual. ¿Cómo funcionan estos cables? Pues bien, el cable “fase” es un conductor de color negro o marrón por el cual entra la corriente en un circuito eléctrico, y este pasa por el receptor, que puede ser un electrodoméstico, una bombilla,…el cable “neutro” es un conductor azul, que sigue en la instalación al cable fase, es decir, la corriente que pasa por el receptor sale por este cable neutro. Y el cable de “toma de tierra”, es un cable de color verde-amarillo, que se encarga de la protección contra fugas de corriente haciendo saltar el diferencial por daños de aislamiento para evitar descargas a personas o cortocircuitos indeseados.

Contamos con distintos circuitos eléctricos en el interior de nuestras viviendas, es decir, nuestra instalación eléctrica está dividida en diversas partes específicas separadas. Los más comunes son cinco, aunque esto puede variar. Así se diferencia entre el circuito de distribución interna que se ocupa de alimentar los puntos de iluminación de nuestra casa, podemos llamarlo directamente “circuito de iluminación”; el circuito de distribución interna que se ocupa de las tomas de corriente de uso general y frigorífico; el circuito de distribución interna que se ocupa de alimentar de electricidad a la cocina y el horno;  el circuito de distribución interna que se ocupa de alimentar la lavadora, el lavavajillas, y el termo eléctrico; y el circuito de distribución interna que se ocupa de alimentar las tomas de corriente de los cuartos de baño, y las bases auxiliares de la cocina. Como hemos dicho al principio, estos son los básicos, pero puede haber más, y todos y cada uno de ello son independientes.

Estos circuitos están separados en el cuadro de distribución, este cuadro lo encontramos en la entrada a la vivienda, normalmente detrás de la puerta, es la caja o cuadro de luz. En este cuadro vamos a ver el ICP, que son las siglas de “interruptor de control de potencia”, este ICP es lo que nos controla la potencia eléctrica que tenemos contratada con nuestra distribuidora de electricidad, es decir, la compañía de electricidad que nos suministra a nosotros. Si utilizásemos más potencia de la que tenemos contratada saltará para cortar la electricidad como mecanismo de protección, por ello, si en nuestra vivienda necesitamos más potencia porque utilizamos muchos electrodomésticos a la vez o electrodomésticos que necesitan mucha potencia, tendremos que contratar más con nuestra compañía, y pasarlo del grado básico de electricidad al grado elevado de electricidad, que son los que se suelen utilizar en viviendas.

El siguiente magnetotérmico que nos encontramos en el cuadro es el IGA, cuyas siglas significan “interruptor general automático”. Este es el encargado cortar la corriente en todos los circuitos a la vez como sistema de protección contra sobrecargas en la instalación, como suele ocurrir con un cortocircuito.

Lo siguiente que veremos será el llamado PIA, que significa “Interruptores magnetotérmicos”, uno para cada circuito. Se encarga de separar los circuitos y de protegerlos de sobrecargas de electricidad.

Y por último hablaremos del Diferencial, que es el que nos protege de contactas indirectos, es decir, de las descargas eléctricas si se produce una fuga de corriente a tierra, o un fallo de aislamiento. Se encargará en ese momento de desconectar la instalación eléctrica de forma rápida.

De esta forma es como está organizada la electricidad de nuestra casa, nuestra instalación eléctrica particular, la cual debemos utilizar y mantener correctamente para que su funcionamiento sea óptimo, y sobre todo seguro. No olvide contactar con un profesional de la electricidad si necesita más información, y sobre todo si nota fallos o mal funcionamiento en su instalación eléctrica.

CONOCE TUS SISTEMAS DE PROTECCIÓN DE ELECTRICIDAD (FUSIBLES, CORTACIRCUITOS DE TEMPERATURA, DIFERENCIALES…)

¿Conoce los sistemas de protección de electricidad? No hay nada más importante que la seguridad, la seguridad de todos nuestros bienes y, sobre todo, la seguridad de las personas, por ello es imprescindible contar con los sistemas de protección de electricidad adecuados. Todo equipamiento o instalación que conlleve electricidad debe ser tratado con la máxima seriedad y profesionalidad, ya que cualquier circuito eléctrico es peligroso. Estamos rodeados de electricidad, estemos donde estemos, en nuestro domicilio, en el trabajo, en nuestro tiempo de ocio, y hasta en una cabaña en medio del campo, y en todos ellos, evidentemente, prima la seguridad.

Sistemas de protección de electricidad

Es necesario conocer y utilizar los sistemas de protección de electricidad, ya que está en juego la seguridad, no solo de cada uno de nosotros, sino de nuestros edificios, instalaciones o bienes materiales. Una buena instalación eléctrica, unos buenos sistemas de protección de electricidad, y sobre todo un buen profesional que se encargue de la instalación y mantenimiento de los mismos es imprescindible.

Hoy vamos a hablaros de los diferentes sistemas de protección de electricidad, cuáles son los más habituales y eficientes, qué son, y cómo funcionan, para que podamos comprender lo necesarios que son en cualquier instalación o circuito eléctrico, y podamos tener algunos conocimientos sobre ellos.

Cortacircuitos fusibles. Estos fusibles tienen una función fundamental, son dispositivos encargados de cortar automáticamente el circuito eléctrico cuando detectan que la corriente eléctrica es muy alta. Este dispositivo está preparado para fundirse si la intensidad eléctrica es superior a la adecuada, y esto, no es, ni más ni menos, que lo que nosotros conocemos por la típica frase por todos utilizada cuando nos quedamos sin electricidad de pronto de “ha saltado la luz”. Por lo tanto, este es el primero de los sistemas de protección de electricidad, que como todos hemos comprobado miles de veces, funciona a la perfección, y aunque la mayoría de las veces nos resulta un fastidio, es el que nos salva de muchos peligros eléctricos, ya que, si salta es porque algo no va bien.

Relé térmico.

Se trata de otro dispositivo de protección de electricidad que detecta todas las intensidades que no están admitidas en ese circuito eléctrico. Si bien es cierto, este dispositivo necesita la ayuda de otro elemento que realice la desconexión de los receptores para eliminar la avería. Se suele utilizar una lámpara de señalización al cerrar el circuito que lo contenga para poder indicar que este relé térmico ha funcionado por estas intensidades no admisibles.

Seccionadores. Son sistemas de protección de electricidad que permiten modificar las conexiones de un circuito eléctrico para aislar un elemento de la red eléctrica, o una simple parte de esta red del resto. Se trata de un dispositivo mecánico de conexiones y desconexiones. Es importante saber que antes de utilizar este sistema de protección es necesario cortar la corriente eléctrica del circuito.

Interruptor magnetotérmico

Interruptor magnetotérmico. Este sistema de protección de electricidad es un dispositivo especial, que al contrario que el anterior, este sí es capaz de cortar por sí mismo las intensidades no admisibles que puedan sucederse, además de contar con la capacidad de cortar también los cortocircuitos que pueda haber. Se trata de un dispositivo electromecánico. Por lo tanto cuenta con dos funciones principales y diferenciadas que se pueden complementar, la desconexión por cortocircuito y la desconexión por sobrecarga. En la primera, la desconexión por cortocircuito, el interruptor actúa por principio de funcionamiento magnético, y en la segunda, desconexión por sobrecarga, el interruptor actúa por principio de funcionamiento térmico.

Interruptor diferencial

Interruptor diferencial. Este sistema de protección es un dispositivo que detecta, por sí solo, y elimina automáticamente cualquier defecto de aislamiento eléctrico, por lo que es un sistema de protección de electricidad muy eficiente e importante en cualquier instalación eléctrica, ya que su función es vital para evitar fallos eléctricos. Este dispositivo debe estar protegido de los cortocircuitos y altas intensidades, para ello es necesario contar con un interruptor magnetotérmico primero. La función de este dispositivo tan necesario es el equilibrio entre la corriente de entrada y la corriente de salida, es decir, si este dispositivo funciona correctamente la corriente que entrará en el receptor tendrá el mismo valor o intensidad que la corriente que saldrá del mismo. Por ello, si se produjese de pronto algún tipo de problema de aislamiento, dará lugar a un desequilibrio entre la corriente de entrada y la corriente de salida, y como consecuencia de esto la variación de corriente no será nula, y en este momento el interruptor diferencial actuará abriendo el circuito eléctrico al detectar que la variación de la corriente de entrada y de salida no es nula.

Interruptor o relé electromagnético

Interruptor o relé electromagnético. Este sistema de protección de electricidad protege las instalaciones eléctricas expuestas a picos de corriente muy fuertes, como maquinarias de gran potencia. Mediante la instalación de este dispositivo de protección estaremos a salvo de sobrecargar de gran importancia.

CUÁLES SON LAS PRINCIPALES AVERÍAS ELÉCTRICAS

Las averías en los hogares son claramente un fastidio, sean del tipo que sean, pero cuando hablamos de averías eléctricas…ya son palabras mayores, ya que éstas son peligrosas, no solemos tener muy claro por dónde puede salir una avería eléctrica, qué consecuencias pueden tener, o en qué momento, es decir, nos produce pánico la incertidumbre, que la consecuencia de un fallo eléctrico no sea un simple apagón, sino un incendio, o incluso una descarga eléctrica, esto es lo que las hace realmente peligrosas, y lo que nos asusta de este tipo de averías, que no es poca broma.

Principales averías eléctricas

Por este motivo nos hemos decidido hoy a hablar de cuáles son las principales averías eléctricas. El miedo al peligro es siempre mayor por el no saber, por el no contar con los conocimientos adecuados, por la incertidumbre que comentábamos antes, por ello, hoy pretendemos que esta incertidumbre y pánico a las averías eléctricas disminuyan un poquito en cada uno de nosotros gracias a la información de cuáles son las principales averías eléctricas, y cómo tenemos que actuar ante cada una de ellas.

No es necesario decir que la mejor forma que tenemos de evitar averías eléctricas, como ocurre con cualquier tipo de averías, es conseguir siempre un buen mantenimiento de nuestras instalaciones eléctricas, riguroso y continuado en el tiempo. Un buen mantenimiento evitará averías, y en consecuencia reducirá la cantidad de las mismas, pasando solo a estar expuestos a averías que no podemos controlar, ya que se deberán a algún fallo imposible de prever, con lo que disminuiremos las posibilidades de averías, y este ya es un gran logro.

Las principales averías eléctricas podemos resumirlas en tres, sobrecarga, cortocircuito, y pérdida de aislamiento. Estas son las más comunes, y las que más se repiten día a día en muchos domicilios particulares.

Sobrecarga

¿Qué es la sobrecarga en un circuito eléctrico? Nos hacemos esta pregunta, como nos la haremos con las demás averías eléctricas, porque lo que nos interesa es saber, conocer, contar con la información necesaria para entender, y así, olvidarnos del pánico o el miedo si nos ocurre en cualquier momento. Y además, vamos a tratar de dar una explicación sencilla, que podamos entender los mortales, sin necesidad de ser electricista, ya que la mayoría de las veces no entendemos los tecnicismos utilizados por especialistas, y nuestro objetivo es entender la información para saber qué está ocurriendo.

¿Qué es la sobrecarga? Los circuitos eléctricos están preparados para soportar una carga eléctrica determinada previamente, es decir, nosotros contratamos en cada domicilio u oficina la carga eléctrica que queremos para nuestro circuito, y esa es la carga que soportará, no más. Al pasar de esa carga eléctrica, es decir, al enchufar más aparatos eléctricos de los que puede soportar, o aparatos eléctricos con necesidad de una carga de electricidad superior, el circuito no responderá, porque no podrá soportar tal cantidad de corriente exigida, y los fusibles o disyuntores harán su trabajo de protección eléctrica y se activarán, es decir, saltarán, apagará el circuito eléctrico, y evidentemente nos quedaremos sin luz hasta que se vuelva a restablecer. Debemos tener en cuenta el tipo de carga eléctrica que tenemos contratada para no pasarnos de ahí, y si es necesario deberemos contratar una tarifa mayor, ya que aunque los fusibles están para protegernos, puede provocar daños mayores

Cortocircuito

¿Qué es un cortocircuito? Si se unen los extremos o una parte metálica de dos conductores de distinta polaridad, los cuales han perdido su recubrimiento que los aislaba, provoca la anulación en el circuito eléctrico, y esto hace que se pierda el equilibrio que siempre proporciona la Ley de Ohm. Al ocurrir esto, se produce una elevación muy fuerte e inesperada de la intensidad de la corriente, un excesivo calor en el cable que hace que se produzca el temido cortocircuito. Por la gran temperatura que provoca este incremento de la intensidad de la corriente en ampere al producirse el cortocircuito, se puede llegar a derretir el forro aislante de los conductores o cables, quemar el equipo o dispositivo completamente, e incluso, llegar a producir un incendio.

Pérdida de aislamiento

¿Qué es la pérdida de aislamiento? Al perder el aislante, no solo estamos expuestos a un cortocircuito, ya que este problema de aislamiento provoca que la carcasa metálica del dispositivo o equipo que sea se energice, por lo que al tocarlo podría provocar una descarga eléctrica. Esto puede suceder por diversas causas como el paso del tiempo, que se produzca algún corte en el aislante, o que directamente se haya aislado mal. Por ello es muy peligroso no realizar una buena instalación eléctrica, debemos incorporar medidas que protejan de estos fallos, y sobre todo mantener siempre un buen mantenimiento de la misma.

Es imprescindible contar con un buen profesional en electricidad para realizar instalaciones correctas, y sobre todo para conseguir un buen mantenimiento con revisiones periódicas.

 

Ahorra en electricidad en casa con estos trucos

Está muy claro que a todas las personas les encantaría tener que pagar menos en la factura de la luz. Buscar trucos y mecanismos para poder ahorrar en electricidad es algo que está en la mano de los usuarios, quienes sólo tendrán que esforzarse un poco y seguir a rajatabla una serie de indicaciones. Lo que no podemos negar es que el suministro de energía es fundamental para que las personas puedan llevar a cabo sus vidas cotidianas con garantías, lo que genera una cierta dependencia de la electricidad. Más abajo repasaremos algunos de los caminos directos hacia el ahorro. Y es que todos los pequeños detalles cuentan, ya que granito a granito podemos hacer una montaña de ahorro.

No estará de más sellar las ventanas y las puertas. Será interesante pasar a localizar las rendijas de la vivienda, que se situarán en la zona de debajo de la puerta de entrada y en los bordes de las ventanas; como alternativa, podremos instalar burletes, que son unas tiras adhesivas hechas de espuma, caucho o silicona. Otro truco será el de sellar las cajas de las persianas, de manera que se puedan meter en ellas láminas de poliespán, corcho, espuma u otro tipo distinto de aislante; así en invierno se impedirá que el calor se vaya y en verano se evitará que salga el frío.

Mejorar la capacidad de aislamiento de la casa siempre contribuirá a ahorrar. No podemos dejar pasar por alto que el cincuenta por ciento del consumo de energía se debe por lo general al gasto que ocasiona la calefacción. Por tanto, si la vivienda está aislada convenientemente será mejor. Para ello, ayudaría aislar los techos y las paredes exteriores y cambiar las ventanas de toda la vida por ventanas con marcos de PVC y con cristales de doble capa. Es cierto que estos cambios afectarán al bolsillo del inquilino, pero a largo plazo le merecerán la pena, porque no dejará de ahorrar energía mes a mes.

Se recomienda emplear equipos de calefacción que se comporten con eficiencia. Lo mejor será reemplazar los radiadores eléctricos por bombas de calor de clase A. Las calderas de condensación también supondrán un mayor ahorro que las calderas tradicionales que tendremos instaladas en casa. No hay que olvidar que cada kilovatio por hora eléctrico que se consume es igual a tres o cuatro kilovatios por hora térmicos.

En el caso de que la vivienda no instalados termostatos por zonas, lo más conveniente será poner llaves termostáticas en los radiadores, ya que son económicas y controlan muy bien la temperatura de cada estancia, de manera que sea más difícil acabar despilfarrando energía. Otra opción es instalar termostatos digitales programables por áreas, lo que servirá para programar las distintas temperaturas en función de un horario más o menos organizado por el usuario.

Tener muy controladas las temperaturas a las que se programan los aparatos de aire acondicionado o de calefacción es fundamental. Lo conveniente sería tener trabajando los aparatos en invierno entre los diecinueve y los veintiún grados, mientras que en verano se aconseja mantener la temperatura entre los veinticuatro y los veintiséis grados. Pasarnos en invierno con la aclimatación de la casa nos saldrá caro, pues un simple grado de más puede repercutir en un consumo de hasta un siete por ciento más.

Como siempre, aprovechar las condiciones naturales será una gran alternativa. Y es que aprovechar la energía del sol es una buena forma de ahorrar; en invierno se aconseja abrir las persianas en las horas de sol, mientras que en verano es recomendable abrir las ventanas a primera y última hora del día para que el frescor entre en la casa. Otro truco para ahorrar es ajustar la potencia eléctrica contratada, algo que se puede hacer en función de los cálculos de sumar las potencias de los principales aparatos de la casa encendidos.

Las luces LED puede ser una oportunidad óptima para ahorrar, por lo que es muy aconsejable apostar por el LED en lugar de las viejas bombillas halógenas o incandescentes; el ahorro puede llegar a ser de hasta un ochenta por ciento. Además, los LED tienen una duración treinta veces mayor que las luces incandescentes y quince veces mayor que las halógenas.

Apostar por las energías renovables, desconectar siempre los aparatos eléctricos que no se estén utilizando y decantarse por las tarifas de discriminación horaria son otras vías que conducen hacia el ahorro. No obstante, tampoco estará de más buscar asesoramiento profesional. Y es que los técnicos, los especialistas, los operarios y los expertos en el mundo de la electricidad siempre manejarán las claves pertinentes para ayudar al usuario. Es en estos tiempos de crisis cuando cada vez más personas han confiados en estos trucos para ahorrar en la electricidad de la vivienda, algo que a final de mes se agradece.

Haz tu casa más eficiente y cambia tu instalación eléctrica

Apostar por una mayor eficiencia en la vivienda siempre será algo positivo, por lo que todos los esfuerzos encaminados en esa dirección serán de agradecer. Lo primordial es aprender a aprovechar la energía y a no despilfarrarla. Llegado el momento, el cambio de la instalación eléctrica puede ser una buena oportunidad para hacer la casa más eficiente y para decantarse por el ahorro y por el respeto al medio ambiente.

Y es que puede ocurrir que el sistema eléctrico de una vivienda se haya vuelto del todo obsoleto y precise de una renovación completa. Este proceso deberá llevarse a cabo con cautela y con conocimiento de causa, ya que la electricidad no es ni mucho menos un juego. Aunque se necesite tal vez hacer una inversión económico respetable, puede ser una oportunidad para lanzarse a ahorrar a largo plazo, por lo que la maniobra terminaría compensando tarde o temprano.

La instalación eléctrica que vaya a colocarse debe estar sustentada en una serie de normas y reglas de total seguridad y de respeto a la electricidad y a su universo. Lo primero será trazar una planificación por la que guiarnos a la hora de acometer las tareas de cambio de la instalación eléctrica. También deberíamos tener clara la estimación de lo que vamos a gastarnos; por ejemplo, saldrá por algo más de dos mil quinientos euros llevar a cabo el cambio de instalación eléctrica de un piso de cien metros cuadrados son un salón, un par de habitaciones, un cuarto de baño y demás zonas comunes.

No obstante, hay muchos métodos para orientar la naturaleza potencial de la vivienda hacia unos márgenes de mayor eficiencia energética. El aislamiento térmico de las fachadas y los techos resulta fundamental; de este modo podremos asegurarnos de que en invierno no se pierde el calor almacenado de la calefacción, y tampoco en verano se pierde la frescura del aire acondicionado.

Como no podía ser de otra forma, todo este aislamiento en la climatización de los espacios de la casa repercute positivamente en el ahorro a final de mes. Y es que así se gastará menos electricidad en la búsqueda de alcanzar unas temperaturas de confort; si multiplicamos este ahorro diario por trescientos sesenta y cinco días, el resultado será un muy importante ahorro energético, lo que nos indicará que vamos por el buen camino hacia la eficiencia.

Sumidos en el escenario de tener que cambiar la instalación eléctrica de la casa, se abre la oportunidad de instalar energías renovables que sustituyan parte de los circuitos eléctricos. Por ejemplo, la energía solar térmica es ideal para lograr un mayor aprovechamiento de los ratos del sol, y puede emplearse para el agua caliente sanitaria y la calefacción. Es por esto por lo que, si se está envuelto en la planificación de un cambio de instalación eléctrica, será conveniente analizar las ventajas de las energías renovables, de modo que la electricidad se convierta en un elemento complementario y mucho más eficiente.

Cambiar las lámparas de la vivienda por otras luces más eficientes será lo idóneo. Y es que muchas de estas luces son las responsables de que la factura vaya engrosándose poco a poco, lo que supone que sea uno de los campos con más margen para ahorrar. Tecnologías tan eficientes y ventajosas como las LED se antojan toda una opción cien por cien recomendable. No hay que dejar pasar por alto que las LED son mucho más económicas, aportan más calidad y velan por un mayor cuidado del medio ambiente, por lo que son todo ventajas.

Tampoco estaría de más reemplazar el sistema de calefacción por otro mecanismo más eficiente, algo que afectaría de manera positiva al ahorro en el consumo. Con un equipo de alta eficiencia se estarían sentando las bases en la vivienda para ahorrar en la factura de la luz, sobre todo en la parcela de gasto más vinculado a la calefacción. Instalar en el hogar estos equipos es apostar de manera decidida por la eficiencia.

No obstante, como no podía ser de otra forma, el asesoramiento de los profesionales del sector se antoja como una de las vías más recomendables a la hora de afrontar el cambio de instalación eléctrica. Muchos de los protocolos eléctricos y de los dispositivos de la vivienda han podido quedar obsoletos y desfasados, por lo que lo más recomendable es estar lo mejor informados posible acerca de los métodos de eficiencia energética que encontramos en estos días.

Renovar los vidrios y los marcos de la puerta, aprovechar el calor que entra de la calle bajando las persianas o colocar aparatos de luz menos potentes en lugares en los que sea pertinente hacerlo son algunos secretos para seguir avanzando hacia la eficiencia. Los expertos y especialistas del sector de la electricidad, a buen seguro, saben cumplir nuestros deseos cuando se encarguen de cambiar toda la instalación eléctrica.