Pánico en casa. ¿Por qué se ha ido la luz?

Cuando la luz se va en nuestra vivienda, lo primero es saber mantener la calma y no dejarse llevar por la angustia ni por la histeria; lo cierto es que habrá muchos motivos por los que la luz ha podido irse, de modo que no hace falta preocuparse ni afanarse por buscar una solución inmediata. No obstante, sí que hay unos consejos básicos que pueden seguirse en este tipo de situaciones.

Por ejemplo, siempre es recomendable tener bien localizado el cuadro eléctrico, porque en caso de quedar a oscuras será imprescindible ir a comprobarlo, algo que será más difícil si no se sabe con exactitud dónde está. Por lo general, el cuadro eléctrico suele situarse muy próximo a la puerta de entrada, en la pared o en cuarto de contadores; lo lógico, de todos modos, será saber muy bien dónde está. Y es que, cuando la luz de casa se va, tendremos que intentar cerciorarnos de si el problema es compartido o exclusivo de nuestra vivienda.

Si el problema es sólo nuestro, tal vez podamos ponerle remedio de manera rauda. Y es que el cuadro eléctrico contará con un interruptor de control de potencia (ICP), el cual puede haber saltado; no hay que olvidar que el ICP fue colocado por la compañía eléctrica para llevar a cabo el pertinente control de la potencia que se consume en todo momento.

Por lo tanto, podría haberse dado el caso de que, en el momento de dejar de haber luz en la casa, hubiera demasiados aparatos eléctricos trabajando y consumiendo energía al mismo tiempo, por lo que podría haber saltado el diferencial. En este caso, bastará con devolver el interruptor a su posición inicial; también tendríamos que apagar alguno de los aparatos, ya que estamos excediendo los límites del consumo que hemos contratado, de ahí que la luz se vaya. Si hacemos todo de modo correcto y el IPC sigue planteando problemas, tal vez lo más conveniente sea ponerse en contacto con la compañía eléctrica.

Sin embargo, son muchos los motivos que pueden haber ocasionado también esta problemática: circuitos sobrecargados, cableados en mal estado, enchufes estropeados, bombillas fundidas, humedades, etc. Acotar el problema será importante, ya que no es lo mismo comprobar que la luz se ha ido en todo la casa que darnos cuenta de que sólo ha afectado a una determinada sala de la casa o unos determinados aparatos eléctricos.

Detectar el foco del contratiempo es primordial, ya que así sabremos qué pasos tenemos que seguir para lograr que la luz regrese. En el caso de que sea el diferencial el que presente fallos, lo idóneo será aislar el problema, para lo que tendremos que ir desconectando uno a uno los pequeños interruptores automáticos –también son conocidos como PIAs- o los magnetotérmicos parciales de cada zona de la vivienda. Si subimos el diferencial general y, acto seguido, subimos los interruptores parciales, podremos saber cuál es el que salta, lo que es sinónimo de haber identificado la zona de fallo.

En el caso de que todos los magnetotérmicos se encuentre bajados y, aun así, el diferencial general no logre rearmarse, el escenario tiene toda la pinta de haber sufrido un cortocircuito. Lo más conveniente será ponerse en manos de técnicos profesionales, ya que el usuario poco podrá hacer en esta situación para poder restablecer la luz por sí mismo.

Claro que el hecho de que se haya ido la luz podrá ser algo totalmente ajeno a la instalación eléctrica de nuestra vivienda, así como a sus circuitos. Preguntar a los vecinos de las casas colindantes o cercanas, así como examinar el aspecto de las farolas y luces de la calle, será útil para diagnosticar que el error procede de factores exógenos a nuestra vivienda.

Y es que puede haberse producido un apagón eléctrico, por el que un área es afectada con la pérdida del suministro de energía eléctrica. Llamar a la compañía que suministra la luz será un primer paso para asegurarnos de que, en efecto, han sido víctimas de averías y disfunciones. Esto deberá relajarnos y hacernos aceptar la situación, pues nada que hagamos resolverá el conflicto que se ha originado. Serán los propios profesionales de la compañía los que se afanen por hacer que la luz regrese cuanto antes.

Cuando la luz se va de manera colectivo en una manzana, calle o barrio, puede ser que hayan fallado los elementos de la subestación eléctrica o que se hayan producido daños en una de las líneas eléctricas. Los excesos de consumo en el lugar o las subidas de tensión pueden ser otras de las explicaciones. En cualquiera de los casos, seguro que los expertos y especialistas del mundo de la electricidad pueden darnos el mejor asesoramiento y las respuestas más certeras y profesionales. Tener unas velas preparadas también será un acierto para no caer en el pánico al irse la luz a partir de la media tarde.